Es en serio... odio que me escriban para preguntarme cosas de videojuegos

2 de febrero de 2006

Hace varios años hice algo terrible, de lo que todavía hoy me siento arrepentido... tanto, que a veces quisiera inyectarme nitroglicerina en los huevos y aplastármelos con un martillo. 

Resulta que escribí una guía con trucos y tácticas para pasar con éxito un popular videojuego de PlayStation 2. 

Firmé ésta guía con mi nombre y apellido, puse mi dirección de Hotmail, y dejé que se propagara a través de frecuentadas webs... 

A partir de lo que empezó a ocurrirle poco después a mi cuenta de correo, nunca más volví a sentirme tranquilo navegando por internet. 

Y si has leído hasta éste punto con atención y te estás riendo, entonces espero que te dé gangrena en los pulmones. 

Una legión inacabable de niños cagones, pre-purbertosos malditos y adolescentes cretinos, todos nerds y además adictos al manga, empezaron a abarrotar mi cuenta de mail preguntándome cómo pasar ésta escena o aquél mundo, haciendo gala no sólo de una ortografía simiesca y espeluznante, digna de un curso de español para chinos, sino además de una ineptitud digna de una película cómica surrealista. 

Por si eso fuera poco, también se tomaron la libertad de invadir mi MSN, enviándome toneladas de mensajes donde además me pedían mi número de teléfono móvil (celular), cosa que no tengo y jamás querré tener, porque el celular es una forma de socializar y yo quiero quedarme siempre solo y nunca tener amigos. 

Ahora bien: la cosa es más seria de lo que te imaginas... aquí tienes un ejemplo:

Este es el número neto de personas que escriben haciendo preguntas de juegos... limpié la bandeja de spam para tomar la cantidad exacta.


Si reunieran a todos los frikis que me han escrito alguna vez, y los metieran a vivir en un mismo lugar, entonces se tendría que fundar el término “nación quinto mundista”. 

Sin embargo, eso de querer que les conteste dudas de videojuegos es sólo una vil fachada para “aparentar”, porque lo que quieren en verdad es sexo anal. 

Así es: ellos quieren que les dé sexo anal. 

Quieren jugar al alumno y al maestro conmigo... quieren que vaya y me los coja. 

Les gustaría poder despertarse de la siesta una tarde y que la nana, asomada desde la puerta entreabierta del cuarto, les diga “júnior, despierta, que el señor de las guías viene a cogerte”. 

Los conozco, los conozco bien. 

Los peores son los que, aún después de especificar en la guía que no contesto dudas por mail, me siguen buscando, pero a través de ésta web, con la intención de probar suerte y ver si los saco de un aprieto en cualquier juego de video. 

A estos sujetos no sólo no les contesto jamás, sino que además procuro (con visceral odio) hacerles suscripciones a toneladas de spam, además de concentrarme con todas mis fuerzas hasta cagarme en los pantalones para que mueran por combustión instantánea. 

Y como sin dudas, Internet es ya todo un mundo virtual dentro del mundo real, puedes encontrarte con cualquier cantidad de gente extraña... personas que en la excusa de los videojuegos, consigue un motivo para adelantar intenciones de otra naturaleza. 

Como por ejemplo, un tipo que, al ver mi nombre en la guía, (que dicho sea de paso es de un juego apto para niños de 13 años en adelante), decidió enviarme una foto "provocativa" de sí mismo en camiseta. El título rezaba “hey que onda”. 

En el mensaje, me agradecía por haber escrito la guía. 

¿Qué impulsa a una persona (de mi mismo sexo) a enviarle una foto provocativa a alguien con el que jamás ha hablado, que no conoce, y de quien nada sabe? Y lo que es peor aún ¿qué pretende al enviarme eso? ¿Qué espera o qué se imagina que voy a hacer yo cuándo vea su foto? 

A veces, a costa de mi humanidad, quisiera ser un monstruo horrible, radioactivo y desfigurado, con varias patas a los lados del cuerpo, para ir a visitar a la gente que me escribe.

Me conformo con ver su cara de horror a través de uno de mis tantos ojos mutantes en las nalgas al momento en que le esté defecando mis huevos viscosos en su yugular abierta.

Si tuviera que ganarme la vida escribiendo guías de juegos, preferiría morirme de hambre. Me dedicaría a cualquier otra cosa.


Así que a partir de aquella pésima experiencia, juré que más nunca volvería a escribir una sola guía más en toda mi vida: cambiaría mi mail, me desentendería para siempre de los videojuegos, y por último desecharía todo lo que tuviera que ver con ellos. 

Que al próximo que me escribiera un mail al respecto no sólo lo mandaría a comer mierda, sino que además bloquearía su mail, su computadora y luego su país entero de mi servidor. 

Que arrojaría cualquier consola relacionada con Nintendo, Microsoft o Sony a la basura, que borraría por siempre aquella guía que jamás debí escribir, y que me desentendería para siempre del asunto. 

Por lo que, al mes siguiente, cuando vi por Internet que acababan de salir al mercado varios videojuegos nuevos, hice, a partir de ese día (y de los meses que vinieron), lo que cualquier puta sin voluntad haría: comprarlos, y escribir 14 guías más.


PERRA

Y sin embargo, me sigue molestando sobremanera que escriban a mi correo electrónico para hacerme preguntas relacionadas con videojuegos, así que, aquí en público y por todo lo alto: le agradezco a todos que no lo vuelvan a hacer, nunca.

2 comentarios:

  1. gracias por guardar estos post, hace tiempo que el mismo Dross borró su blog y se extraña mucho ese humor negro que publicaba, ojalá nunca se pierdan estas grandes obras

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