No puedes decir que soy un cerdo sin escrúpulos: al menos no me burlo de lo que pasó en Nueva Orleans... oh, espera

11 de junio del 2005


Enviando ayuda a Nueva Orleans 

El otro día, una amiga, muy desagradada de mí, me dijo que yo era un “cerdo sin escrúpulos”. 

Más tarde por la noche, no sé en qué estaba pensando o por qué, pero esas palabras me excitaron mucho y tuve que masturbarme varias veces. Sin embargo, en la mañana siguiente, me puse a meditar largo y tendido sobre ello… y decidí hacer algo para remediarlo. 

Hace poco supe cómo. Como ustedes sabrán, Nueva Orleans fue arrasada por el huracán de categoría 5 Katrina, dejando a la una vez esplendorosa urbe casi completamente destruida… veamos unas fotos:



Aquí vemos una de las tantas áreas residenciales, completamente inundada. Si os fijáis bien, veréis que los techos de las casas no son más que “conchas” sobresaliendo del agua.



Cualquier persona podría pensar que esta es una toma sacada de una película, pero no es así: se trata del downtown (centro) de la ciudad, que quedó en condiciones deplorables.




Aquí vemos a una mujer abrazando a su hijo. 

Tras hacer una pequeña investigación y revisar la página web de la Cruz Roja Americana, he decidido enviar un paquete con provisiones para la gente que quedó indigente en Nueva Orleans.






He aquí una lista de todas las cosas que incluí en la caja:




Un pedazo de manguera



Un frasco de mostaza (con paleta para huntar)





Un “Falómetro”. Este es un palo de madera para medirse el pene. Como en Nueva Orleans la población de negros es muy alta, supuse que algo así les interesaría…



Un clip


Un mechero de larga duración. Así podrán tener fuego fácil para encender hornillas de gas, prender velas, calentar cosas, etc…


¡OOPS! Pero cuando cuando lo accionas lo que sale es un pene de plástico.


Una vela azul. (No se incluye el plato)


Una historieta de Gaturro


Una pelota de béisbol firmada por mí.



Hoy mismo fui hasta AEROCAV para depositar la caja. Pagué el equivalente de 30 dólares americanos, pero me queda el alivio de que, en los próximos días, mi apoyo de colaboración humanitaria estará volando rumbo a Nueva Orleans.

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