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El James Bond coreano

2005

El personaje que veis en la foto, es un niño coreano que vive en Estados Unidos, y que se me agregó una vez, hace mucho tiempo, por una guía que publiqué en Gamefaqs de Grand Theft Auto: Vice City. Al cabo de un tiempo, entablamos cierta amistad, lo que lo llevó a enviarme las fotos que estáis a punto de ver, y que he conservado celosamente para un momento como este.

Esta es la prueba fehaciente de que 
después de todo no está tan mal que te la 
pases soñando con ser un súper héroe: si 
un chino gordo puede hacerse la ilusión de 
que es James Bond, ¿por qué no puedes 
fantasear tú con ser Vegeta?

En aquel entonces, me dijo que su nombre era Tom (por Tom Vercetti, el protagonista de Vice City), no diré su nombre real por razones obvias, sin embargo, “el James Bond coreano” es sin dudas un personaje entrañable. Su padre, al parecer, es un coleccionista de armas (no en balde, el chico sabía bastante sobre esas cosas, aunque desde luego, no perdía la oportunidad de mentirme diciendo que en realidad las armas eran de él) y las usaba a menudo para enviarme cantidad de fotos tomadas con su webcam.

Corea del Sur (de donde él procede) es un país pequeño, que queda relativamente cerca de Japón y de Rusia… por ello, no sé qué fue lo que lo afectó: si las reminiscencias de la radiación de Hiroshima y Nagasaki, o los desperdicios tóxicos de Chernobyl.

Notad que el brazo del crío es más grueso 
que la altura de la pistola colocada en 
sentido vertical.

Lo sorprendente de todo esto es la capacidad que tiene la gente para soñar. No importa si Tom es bajo, gordo, y amarillo: nada puede limitar o encadenar sus sueños y sus fantasías…

 …aunque lamentablemente el resultado final sea catastrófico.Esta es una foto de cuando quería hacerme creer que se estaba intentando suicidar. 

Aproveché de tomar una fotocaptura por la webcam.

Y este es un viejo mail que me envió hace tiempo (mira la fecha), cuando empezó a intentar convencerme de que fue a un bar a ligarse a una chica. Como se pueden dar cuenta, encima de todo, a Tom le encantaba llamar la atención. (Tomo medidas extras de seguridad tapando el correo electrónico, no quiero que vayais a enviarle toneladas de mails burlándoos, yo ya os conozco, cerdos)

Como nota final, hace pocos meses Tom tuvo una conversación conmigo, en donde me confesó que además era bisexual.

Ay, pobre amigo...